Cómo crear una LLC en Reino Unido: paso a paso
Crear una LLC en Reino Unido puede ser una excelente estrategia para emprendedores que buscan internacionalizar su negocio, mejorar su imagen corporativa o beneficiarse de una fiscalidad competitiva.
En esta guía te explicamos todo lo que necesitas saber para crear tu empresa en el Reino Unido. ¡Vamos paso a paso!
¿Qué es una LLC?
Una Compañía de Responsabilidad Limitada (Limited Liability Company, o LLC) es un tipo de entidad empresarial estadounidense que fusiona características tanto de las corporaciones como de las sociedades tradicionales.
En Reino Unido no existe la LLC como estructura legal, pero la alternativa es la Private Limited Company (Ltd.), muy similar a la LLC americana.
Diferencias entre una LLC y una Ltd en el Reino Unido
Aunque a menudo se usan como equivalentes, una LLC y una Ltd. no son exactamente lo mismo, ya que pertenecen a sistemas legales distintos. La LLC es una figura propia del sistema legal estadounidense y permite una gran flexibilidad en la gestión y fiscalidad de la empresa, con posibilidad de tributar como sociedad o como entidad “pass-through”. Por su parte, la Ltd. es la versión británica de una sociedad limitada, más estructurada y sujeta a normas corporativas más formales, como la presentación anual de cuentas y un marco legal más estricto. En resumen, aunque ambas ofrecen responsabilidad limitada, sus requisitos legales, fiscales y de gestión varían según el país en el que se constituyen.
Crear una empresa en el Reino Unido
Si estás pensando en abrir una Ltd. en el Reino Unido, el primer paso es registrarla en Companies House, el registro mercantil oficial. El trámite puede hacerse online, parte desde las 12 libras y suele completarse en 24-48 horas. Se requiere información básica como el nombre de la empresa, dirección registrada en Reino Unido, datos de los directores y accionistas, actividad comercial y los estatutos sociales (Memorandum and Articles of Association).
Una vez constituida la empresa, es obligatorio registrarse en HMRC para cumplir con las obligaciones fiscales, como el impuesto de sociedades o el IVA. Este proceso también puede realizarse online.
Por último, si participas en una empresa registrada en Reino Unido, deberás abrir una cuenta bancaria empresarial en el país. Esta cuenta permite gestionar ingresos, gastos e impuestos de forma separada. Aunque es posible abrirla sin ser residente, algunos bancos son más estrictos desde el Brexit y pueden solicitar documentos como prueba de identidad, domicilio y registro de la empresa.
¿Es posible crear una LLC desde el Reino Unido?
Crear una LLC en Estados Unidos desde el Reino Unido es totalmente posible si sigues una serie de pasos bien definidos. Primero, debes elegir un nombre único que incluya la mención “LLC”, verificar su disponibilidad y asegurarte de que represente la identidad de tu negocio. Luego, necesitas contratar un agente registrado con dirección física en EE. UU., lo cual es esencial para recibir notificaciones oficiales. También deberás obtener una dirección postal en EE.UU., que puede ser virtual, para centralizar la correspondencia legal y comercial.
El siguiente paso es solicitar un EIN (Número de Identificación del Empleador) ante la IRS, requisito indispensable para abrir una cuenta bancaria, presentar impuestos y contratar empleados. Una vez obtenido, podrás abrir una cuenta bancaria comercial en EE. UU., lo que facilitará las transacciones en dólares y la gestión financiera de la empresa. Por último, deberás configurar un procesador de pagos como Stripe o PayPal, adaptado a tu modelo de negocio y país de residencia. En general, todo el proceso puede completarse en unas seis semanas, dependiendo de la rapidez con la que se gestionen los trámites y la documentación.
Requisitos y obligaciones fiscales
Es completamente posible gestionar tanto una LLC en EE. UU. como una empresa Ltd. en Reino Unido, aprovechando los beneficios fiscales y operativos de ambos países. Sin embargo, es fundamental asegurarse de cumplir con todas las obligaciones fiscales y legales en cada jurisdicción. La legislación de ambos países puede ser compleja, por lo que, si tienes dudas sobre los procedimientos o requisitos específicos, es altamente recomendable contactar con expertos en contabilidad. De esta manera, evitarás problemas legales o fiscales y garantizarás que tu empresa se mantenga en pleno cumplimiento con las normativas de ambos países.
Conclusión
Ambas opciones pueden ser una excelente estrategia para expandir tu negocio internacionalmente y aprovechar las ventajas fiscales y operativas que estos países ofrecen. Aunque el proceso de formación es relativamente sencillo, es crucial cumplir con todas las obligaciones fiscales y legales en cada jurisdicción para evitar complicaciones futuras. Si sigues los pasos adecuados y te mantienes informado, podrás gestionar con éxito tu empresa en ambos países, maximizando tus beneficios.